¿Porque donamos?
Primero: porque está escrito en la Biblia. La Biblia está regada por toda su extensión de ejemplos, versículos, parabolas y capítulos enteros sobre la acción de ofrendar y diezmar como señal de agradecimiento al Señor. En los tiempos de la Biblia se solía ofrendar de lo que se tenía (carneros, ovejas, cabras, trigo, cosechas en general), y en el mundo actual, donde el trueque ya no está tan de moda, lo hacemos con dinero, pero sujetándonos a los principios bíblicos de ofrendar en agradecimiento a lo que Dios nos ha dado y que sólo nos pide de vuelta, en un pequeño porcentaje. El Señor prueba nuestros corazones, para ver si somos generosos o si la avaricia del mundo nos está contagiando.
Segundo: Porque sabemos que nadie nos regala nada, sólo el Señor nos tiene guardada nuestra recompensa, pero vivimos en el mundo y es aquí donde tenemos que operar y trabajar para llevar las almas a Cristo y su obra no está exenta de gastos. La iglesia tiene cada mes una serie de pagos que sufragar: alquiler, recibos, limpieza, equipos que hay que adquirir o reparar, proyectos concretos y mejoras en la iglesia, por ejemplo. Para sufragar todo esto las ofrendas y diezmos de todos nosotros son vitales y necesarios. Nadie nos cobra una entrada quando llegamos a la iglesia para recibir, ser sanados, estar en la presencia del señor, alabarle, gozarnos de él... sin embargo toda la estructura genera gastos y sólo tu obediencia a los principios Bíblicos puede hacer que la obra siga susistiendo.
¡Hermano, hermana.. contamos contigo!
Dios ama el dador alegre… ven a su altar y entrega tu ofrenda.
Algunas referencias bíblicas sobre diezmos y ofrendas:
Malaquías 3:10 (NTV)
2 Crónicas 31:12 (NTV)
Nehemías 13:12 (NTV)
Malaquías 3:8 (NTV)
Lucas 18:12 (NTV)
Deuteronomio 14:22 (NTV)